Archivo de 5 minutos y todo está perdido

Take Five – Dave Brubeck (en vivo).mp3 – SoundCloud

Posted in Música, Otras cosas with tags , , , , , , , , on 8 septiembre, 2022 by nene

versión de Take Five, de Dave Burbeck en la explanada del Ministerio Público Fiscal – 22 de julio de 2022 – Sergio Alignani, in memoriam.

Ernesto Ortiz – Teclados
Noelia Luque – Saxofón
Ricardo «El Duke» Weiss – Percusión
Patricio «Pomelo» Chaves – Guitarra
Federico Chaves – Bajo desafinado

en #SoundCloud https://soundcloud.com/taquetepariocarajo/take-five-dave-brubeck-en-vivo?p=a&c=1&si=9c25ce74e4b54b8c9083e5b29f034dd7&utm_source=other&utm_medium=text&utm_campaign=social_sharing

Libertango – Astor Piazzolla (en vivo).mp3 – SoundCloud

Posted in 1, Música, Otras cosas with tags , , , , , , , on 8 septiembre, 2022 by nene

versión en vivo del clásico de Astor Piazzolla. Con bajo desafinado. En la explanada del Ministerio Público Fiscal 22 de julio de 2022.

Teclados – Ernesto Ortiz
Saxofón – Noelia Luque
Percusión – Ricardo «El Duke» Weiss
Guitarra – Patricio Chaves
Bajo – Federico Chaves – en #SoundCloud https://soundcloud.com/taquetepariocarajo/libertango-astor-piazzolla-en?p=a&c=1&si=5de54815e5e546098338128c05242677&utm_source=other&utm_medium=text&utm_campaign=social_sharing

Medicación

Posted in El mismo verso with tags , , , , , , , , , , , , , , , , , , on 18 marzo, 2022 by nene

Lo otro son giladas:

un par de ataques de pánico

(panic attacks, para los chetos)

y la loquera sonriendo,

disfrutando

mientras firma las recetas,

porque sabe,

siempre supo

que vos

y otros tantos como vos

son solo una mínima porción

de su dinero.

Lo jodido

son los sueños

sin dueño

que no podés separar de la vigilia,

esa otra angustia

que controlás a duras penas

porque desconocés,

no tenés ni puta idea

de hacia dónde va la vida

y por qué es que nunca

lo hace en línea recta.

Así que tal parece

que aquí se acaba el cuento este.

Pero esperá, que el colofón

son las desesperaciones

que no ubicás

entre los muchos miedos cotidianos,

que no sabés de dónde

mierda vienen.

Hay tantas cosas de vos mismo

que aún desconocés…

Así que, ¿por qué tendrías que saberlo?

No quieras entender. No intentes entender.

Mejor quédate con el vuelto.

Lo inestable

Posted in El mismo verso, Filosofìa de goma y zapatos veloces, Otras cosas, Shéneral with tags , , , , , , , , , , , , , on 14 marzo, 2022 by nene

«La salud es el silencio de los débiles»,

dice un cartel que han puesto

sobre el marco de la puerta

metálica,

abandónica,

emocionalmente inestable

de un hospital.

¡Y qué hospital!

¿Y qué hospital?

Acá la gente sonríe, o

o

o se ríe

y la luz del día no

decide

si te encierran

o te dejan

libre

salir a jugar.

Este es un sitio

muy muy loco,

pero las cosas que suceden

son normales

(visto de cerca…)

Por ejemplo:

hace tres noches con sus días

Don Arancibia, en un ataque

de yoquésé

abrió el pecho de la Elisa

con un martillo y un cincel.

¡Mi amor!,

le decía.

Y no lo pudieron contener

hasta que no acabó con

su taxidérmica

tarea.

¡Meamor!

¡Cómo quedó el pecho abierto

desa chica

sin nada que extraer

ni nada que poner…!

Por eso las noches se

vuelven divertidas.

De pronto el miedo

y un grito

o tres

o dos.

Y automáticamente escribís

en donde sea,

lo que estás oyendo

y lo que ves.

Los amaneceres suelen ser

tornasolados, un espanto

porque a la mayoría de nosotros

de NOS

nos vienen a dar la pastillita.

Y si no querés la pastillita,

se viene la agujita

y comenzas a tontear

caminar sin rumbo.

BABEAR.

BABIECA.

Me da vueltas la cabeza,

me acaban de llamar.

Es el teléfono rojo

roto del invierno.

¿Invierno, dije, infierno?

Y me trae noticias desde afuera

(desde allá).

Y yo no quiero ir,

quiero quedarme.

Al fin de cuentas,

visto desde cerca

todo el mundo es anormal.

Rarezas peatonales

Posted in Otras cosas, Shéneral with tags , , , , , , , , , , on 14 septiembre, 2010 by nene

Como saben algunos de los que me conocen en la vida real, o al menos tienen la amabilidad de leer seguido este blog que administro, no suelo disfrutar mucho del hecho de caminar por la calle. Al ser un tanto friki, me aterra el hecho de andar por el centro de la ciudad (cualquiera sea la ciudad en la que me encuentre) y mucho más me aterra el hecho de ver esa marea de gente, que parece que se te viene encima a romperte el culo a asesinarte, o a quién sabe qué cosa que estén tramando en sus locas cabecitas.
Caminar por peatonales o veredas atestadas de gente siempre ha sido un suplicio para mí, la verdad. Pero como tengo algunas cuestiones que aprender a resolver por mí mismo, sucede que hoy salí solo a la tarde, justamente caminando por el centro de Córdoba.
Era de esperarse: La gente no ha cambiado en lo más mínimo.
Todo el mundo parece estar muy apurado y ansioso, y llegó un punto en que pensé si no irían a cagarme a trompadas para hacerse un lugar para pasar. Afortunadamente, llevaba los auriculares puestos, y los emepetreses que había cargado en el cosito (como le dice un amigo al mp3) me distrajeron de mirar todo ese océano de pies, manos, culos, tetas, cabezas, torsos y miradas feroces que parecía que me iban a pasar por encima.
Lo que más me sorprendió son los comportamientos en común que tienen los peatones. Patrones de comportamiento que ya he advertido en otras ocasiones y que hoy he sufrido podido constatar una vez más.
Y para demostrárselos a ustedes, me he armado de paciencia y he hecho un par de esquemitas muy un tanto precarios (cosa que ustedes sabrán disculpar) y que inmediatamente paso a explicar:

Comportamiento N*1:

«Pareja de señores mayores que exigen respeto de parte de mocosos maleducados como uno»
No tengo nada en particular con los viejos; de hecho, suelo llevarme mejor con ellos que con la gente de mi edad. Pero ciertas personas de edad creen que respeto significa dejarlos hacer lo que les venga en gana. En la vereda, esta clase de personas parece no verte, y cuando te apartás educadamente de su camino para dejarlos pasar (generalmente van en pareja, conversando), se sueltan del brazo (también suelen ir agarrados del brazo), se separan y abarcan toda la acera, en cuyo caso, el boludo maleducado (yo), tiene que bajar al cordón cuneta para no chocarselos.
No veo la hora de llegar a viejo para hacer lo que se me salga de los huevos.
(ver esquemas 1 y 2)

Esquema N*1


En donde
1 es la vereda.
2 es el cordón cuneta.
A es la pareja de personas de edad y su trayecto.
…y finalmente B es el boludo que escribe esto y el trayecto original que llevaba.

Esquema N*2


En donde la pareja de personas de edad ya se ha percatado de la presencia del boludo (yo) y se separan. Abarcan toda la vereda, por lo que el boludo (yo) baja al cordón cuneta y sigue su trayecto tratando de no chocarlos con el hombro.

Comportamiento N*2:

«La boluda que perdió al marido»
Es común encontrarte con este personaje. La típica abombada (o abombado) que perdió a su acompañante, llámese marido, pareja, amigo/a, hijo/a, y no se da cuenta que éste/a ya llegó a su casa y se está tomando una coquita con un bruto sánguche de miga.
Camina mirando hacia atrás, y al mirar hacia atrás, pierde la orientación y la noción de lo que pasa adelante (que es adonde tendría que ir mirando), por lo que su trayecto se convierte en un zig-zag que obliga a quien viene de frente a:
A- Esperar que la boluda (o el boludo) pase y continuar con el trayecto.
B- Optar (como hago yo) por bajarse al cordón cuneta para que pase tranquila la boluda (o el boludo).
(ver esquema 3)

Esquema N*3


En donde
1 y 2 continúan siendo la vereda y el cordón cuneta, rspectivamente,
A es la boluda (o el boludo) que perdió al acompañante
y finalmente B es el boludo que escribe y que nuevamente opta por bajar al cordón cuneta.

Comportamiento N*3

«Las boludas de frente»
Generalmente son dos chicas que caminan sin agarrarse del brazo ni nada por el estilo, y generalmente ya vienen ocupando toda la acera. Su andar es decididamente lento (hacen tiempo para chusmear mientras van camino a casa de alguna de las dos) y es común que lleven los brazos cruzados. Siempre pienso que están enojadas, porque en la mayoría de los casos van con cara de culo y fingen no verte.
A veces pienso que me convendría agitar los brazos como un pollo asustado agita las alas, como para que se percaten de que algo viene en sentido contrario, pero tengo mucho miedo de que me metan en cana, o en el peor de los casos, en el neuropsiquiátrico.
(ver esquema 4)

Esquema N*4


En donde el sujeto B (yo) decide evitar puteadas por chocarlas con el hombro, y para ello vuelve a bajar al cordón cuneta, no sin antes retroceder un par de pasos (sin agitar los brazos como un pollo asustado, desde luego).

Comportamiento N* 4

«La feroz indiada»
Es la más común, aunque no por esto la menos peligrosa. Se trata de adolescentes que salen del colegio o se ratearon a alguna hora y van camino a alguna plaza a echarse a tomar sol, gritar como animales a punto de ser carneados, tomar coca y eructar lo más sonoramente posible y decir obscenidades que no alcanzo a comprender.
La verdad, es increíble lo rápido que aprenden los pendejos de hoy en día a eructar de forma sonora y a encontrar nuevos sustantivos para las palabras «teta», «culo», pito y «concha».
(ver esquema 5)

Esquema N*5


Acá, el sujeto B (o sea yo) opta por huir despavorido y correr por la calle hasta la esquina, evitando así ser aplastado por el malón (A), que ha ocupado toda la vereda (y a veces hasta el cordón cuneta) desde el punto de partida y no cambiará su distribución hasta llegar a destino.
Estos especímenes vienen generalmente de hogares clase media o media alta, en donde prima la libre educación. Esto equivale a decir que los padres suelen mandarlos a la calle con un sólo consejo acerca de cómo conducirse en sociedad: «Vos hacé lo que se te cante. Las multas las pago yo después. Y en unos años me ocupo de pagarte un buen abogado»

Comportamiento N*5

«Extraña curvatura de los cuerpos»
Este es el último de los comportamientos a los que me ha tocado asistir hoy, y al mismo tiempo, el más extraño de todos.
Se trata de una persona que viene detrás de uno, generalmente caminando con cierta prisa, y en mi caso, una mujer (lo pude percibir por el ruido de los tacos). Esta mujer pretende entrar a un edificio. Como yo camino del lado de la pared y ella está lo suficientemente apurada como para NO esperar a que yo continúe mi camino (y eso que yo caminaba con cierta rapidez), su cuerpo realiza una finta imposible, un excelso quiebre de cintura para adelantarse, rodearme por delante y desaparecer en el edificio al que quería acceder, no sin antes cerrar la puerta con cierta violencia.
(ver esquemas 6 y 7)

Esquema N*6


En donde se nota a las claras que el sujeto B (yo) va caminando casi contra la pared inocentemente, sin saber lo que está por ocurrir.

Esquema N*7


Aquí, el sujeto A (la mujer apurada) ya ha realizado ese movimiento imposible, digno de un basquetbolista que ejecuta un perfecto dribbling y avanza hacia el aro con el balón en la mano.
El sujeto B (yo) ha detenido su marcha; ha sido suficiente por una tarde y decide llegar cuanto antes a su casa, hacerse un tilo, tomarse dos whiskies con 5, 6 ó 7 clonazepam, inscribirse en un curso de ikebana, comenzar tai-chi-chuan, mudarse a la concha de la lora, etc. etc. etc.

Por cierto, debo decirles que he conseguido aprender a resolver mis cuestiones fuera de casa, pero por precaución, en lo sucesivo trataré de hacerlo bien temprano por la mañana, cuando haya muy poca gente en la calle.

Y de hacerlo sin quejarme, porque es yeta.

treinta denarios

Posted in El mismo verso, Otras cosas, Shéneral with tags , , , , on 22 noviembre, 2009 by nene

 

respirar profundo,
abrir los brazos;
dejarlos en cruz
como hace un cristo
que se está viniendo abajo.
preguntár por cuánto tiempo más
vas a tener que rezar por un milagro
ése, el que estabas precisando
y estornudar
sin taparte con el dorso de la mano.
caminar rápidamente,
llegar a ningún lado,
dejar llena de marcas la pared,
desestimar los días malos.
rechazar el vino en caja,
las aceitunas viejas,
los quesos rancios.

tener las bolas suficientes
para tirar la vida a la marchanta
jugar la última carta al todo o nada.
sostenerle la mirada al diablo.
y darse cuenta
de que por pancho se ha perdido
lo que costó un perú ganar
y que los besos,
los abrazos,
la felicidad de ésa, la gente
que te dice que te quiere
a veces están llenos
de un odio inexplicable
y que tu amor vale,
para ellos, mucho menos
que aquellos, los famosos
treinta denarios.

respirar profundo,
abrir los brazos;
dejarlos en cruz
como hace un cristo
que se está viniendo abajo.
preguntár por cuánto tiempo más
tendrás que esperar por tu milagro,
ése, el que estabas precisando,
y saber que vas camino del camino
de las cosas que se mueren,
que los abrazos,
los besos,
y hasta la felicidad
son verso sobre un verso
que no existe
porque alguien se ha encargado
de ponerle un precio sin valor
hasta al amor,
hasta al aliento contenido,
hasta al aire respirado.

Impresiones Web XX (bis)

Posted in Otras cosas, Shéneral with tags , , , , , on 28 septiembre, 2009 by nene

Wilde

Oscar Wilde

mas

Porro

igual

Nino Dolce

Nino ‘estoy de la cabeza’ Dolce

 

(créditos en ambas impresiones a Daniela. Una masa, la Dani)

Impresiones Web XX

Posted in Otras cosas, Shéneral with tags , , , , , on 28 septiembre, 2009 by nene

Oscar Wilde

Oscar Wilde

mas

korg

igual

Alejandro Lerner

Ale Lerner

Impresiones Web XIX

Posted in Otras cosas, Shéneral with tags , , , , , , , , , on 22 julio, 2009 by nene

johnmcginley

John Mc Ginley (O’Neill en «Platoon»)

mas

plumas

igual

anibalpachano

Aníbal Pachano («Coreógrafa» de espectáculos nacionales deformes)

mi corazón

Posted in El mismo verso, Lo siento, Shéneral with tags , , , , , , , , , , , , , on 26 junio, 2009 by nene

nadienadanunca

Mi corazón es un insulto, una gangrena
una costra que se adhiere a la piel
y que molesta.
Mi corazón es una herida que no duele.
Mi corazón es un baúl con cosas muertas.
Mi corazón es una sucesión de toses a la noche,
una violación, al apagarse la luz al otro lado,
en el benllopa.
Mi corazón es lágrimas de un preso nuevo en Bower.
Mi corazón es un revolver desarmado en una torta.
Mi corazón es la aspereza, las manos anudadas
la violencia, los andamios, el vértigo de todos
los obreros.
Mi corazón es el mal paso, la caída.
Mi corazón es el después, allá en el cementerio.
Mi corazón es la canción que nadie canta,
un silbido que se apaga, los pasillos de la villa,
las pistolas.
Mi corazón es un niño que asesina por la espalda.
Mi corazón es tu nariz, blanca y radiante por la coca.
Mi corazón es música de entierros, despedidas,
un violinista puto que no llora ni por guita,
un velatorio.
Mi corazón es un dolor: no pide que te compadezcas.
Mi corazón es gris en la tristeza, negro de odio.

Mi corazón es cosas muertas,
un baúl lleno de toses por la noche.
es el dolor que duele en Bower.
Mi corazón es una costra que molesta.
Mi corazón; las manos rudas de un obrero,
el después, empujado por el vértigo;
un disparo, un niño, lo gris de la tristeza,
una pistola en una villa, la violación de un preso.